Resgate da poesia na gaveta da razão

POEMA CONCEBIDO EM CAMPINAS [SP/BRA] jun./1986

— originalmente como letra de música.

Argollo Ferrão, A. M. de (1986). Resgate da poesia na gaveta da razão [web]. Disponível em <http://argollo.org/tri/tri1/tri1-78/>.

ISBN 978-85-908725-1-1 / PUBLICADO EM 2008

Argollo, A. (2008). Resgate da poesia na gaveta da razão. In A. M. de Argollo Ferrão (Ed.). Ver a Cidade (pp. 67-68). Campinas [SP/BRA]: O Autor.

ISBN 978-84-936996-0-4 / TRADUZIDO PARA O ESPANHOL E PUBLICADO EM 2009

Argollo, A. (2009). Rescate de la poesía del cajón de la razón. En A. Argollo. Ver la Ciudad. Un guión poético con ojos de veracidad (pp. 109-110) (Colección Caravasar) (M. A. Suárez Escobio, Trad.). Gijón [Asturias/ESP]: CICEES. (Original en portugués publicado en 2008).

Resgate da poesia na gaveta da razão

Acordar bem de manhã,
Dar bom dia ao sol.
No horizonte o sol e o céu
Juntam-se ao mar.
Na boca um gosto de mel,
Fruta e hortelã…
No corpo um gosto de sal,
Desfrute toda manhã.
Pés no chão, vamos andar,
Curtir a praia, caminhar…
Corpos nus, vamos nadar,
Curtir as ondas desse mar.
Deixar que elas lambam nosso corpo nu,
Deixar que o sol nos deixe da cor do caju,
Deixar que o vento embarace
Nossa juba solta sobre os ombros.

Cai a tarde e sobre o mar da nossa enseada figura bela e dourada estrada de raios de sol. No horizonte o céu, lilás e azul turquesa, anuncia a chegada da noite que, como por magia, nos transformará em príncipe e princesa. Eis que surge, linda e exuberante, a lua cheia, sob um céu límpido e estrelado. Surge com tanto brilho que altera a cor daquela estrada, sobre o mar da nossa enseada, de dourada pra prateada.

Para completar o ambiente,
Ouve-se uma suave sinfonia:
É o mar com sua língua quente
Umedecendo o ventre da areia fria,
É o vento beijando lentamente
Todo o corpo da mata virgem…
Árvores, folhas, frutas e a mais delicada flor.
Fora isso, só o som do nosso amor.

Rescate de la poesía del cajón de la razón

Despertarse bastante temprano,
Dar los buenos días al sol.
En el horizonte el sol y el cielo
Se juntan al mar.

En la boca un gusto a miel,
Fruta y hierbabuena…
En el cuerpo un gusto a sal,
Disfruta todas las mañanas.

Los pies en el suelo, vamos a caminar…
Disfrutar la playa, las olas del mar…
Cuerpos desnudos, vamos a nadar,
Disfrutar las olas, el tiempo de amar…

Dejar que laman nuestro cuerpo desnudo,
Dejar que el sol nos deje del color del caju¹,
Dejar que el viento enmarañe
Nuestra crin suelta sobre los hombros.

Cae la tarde y sobre el mar de nuestra ensenada emerge una bella y dorada carretera de rayos de sol. En el horizonte el cielo, violeta y azul turquesa, anuncia la llegada de la noche que, como por arte de magia nos transformará en príncipe y princesa. Es ahí cuando surge, linda y exuberante, la luna llena, bajo un cielo límpido y estrellado. Surge con tanto brillo que altera el color de aquella carretera, sobre el mar de nuestra ensenada, que se transforma de dorada en plateada.

Para completar el ambiente,
Se oye una suave sinfonía:
Es el mar con su lengua caliente
Humedeciendo el vientre de la arena fría,

Es el viento besando lentamente
Todo el cuerpo del bosque virgen…
Árboles, hojas, frutas y la más delicada flor.
Exceptuando eso, sólo el sonido de nuestro amor.


¹ El “caju” es una fruta brasileña, típica de la región del Nordeste del país. Su color amarillo rojizo evoca la piel bronceada por el sol de las bellas playas de la región.